El cine nace gracias al avance tecnológico de la fotografía, la química, la ciencia y el propio contexto que se estaba viviendo en 1895, en plena industrialización. La electricidad era una realidad: la luz en las calles, en las casas, las ciudades pobladas, las nuevas fábricas que se llenaban de obreros que venían del campo, etc. Y, de repente, un nuevo invento llamado cinematógrafo reunía en salas a cientos de personas que quedaban fascinadas por la tremenda impronta que les causó. Esta nueva manifestación artística que estaba emergiendo con fuerza tendría una complejidad técnica y logística muy distinta a la de las demás artes –la poesía, la música, la danza, la literatura o el teatro. Disciplinas que llevaban milenios manifestándose entre los seres humanos sin que ninguna, por ejemplo, hubiera necesitado de la electricidad para su funcionamiento.
Si te preguntas qué necesita una pintora para hacer un cuadro, rápidamente te responderás que, para poder hacerlo, necesitará pinceles, colores, un lienzo con unas dimensiones determinadas y una idea. Si hacemos la misma pregunta sobre lo que necesita un poeta para hacer su obra, diremos que bolígrafo, papel y una idea. ¿Y si dirigimos la cuestión a lo que necesita una directora de cine para hacer su película? La repuesta será mucho más extensa: requerirá un guionista, un equipo de fotografía (cámara e iluminación), un equipo de producción (personas que consigan todo lo necesario para poder filmar la película), un equipo de arte (que decoren y piensen en los escenarios), un equipo de sonido (que capten los diálogos y atmósferas, e integren posibles sonidos en la posproducción), actores y actrices (que den vida a los personajes que están en el guion), una banda sonora, efectos digitales, montaje y mezcla de audio, maquillaje, vestuario y peluquería… entre otras muchas cosas. Y dependiendo del tipo de película y su complejidad, estos departamentos pueden ser más o menos numerosos.
Analizando todo lo que hace falta para hacer una película, llegamos a la conclusión de que el cine es un trabajo de equipo y que, sin la unidad y armonía del grupo, es probable que muchas cosas no salgan bien. Recordemos que la función del director o directora es poner en el mismo rumbo a todos los departamentos que van a trabajar en la película, para que todos cuenten la misma historia a través de cada uno de sus maravillosos oficios. Igual de importante es la equidad, equilibrio y libertad creativa de cada departamento. Cada miembro del equipo va a contar la película desde su dimensión particular, con lo que es muy recomendable hacer una lectura conjunta del guion, escuchar todas y cada una de las propuestas que saldrán y decidir cuáles se llevarán a cabo.
Cada departamento que esté en la película debe sumar, aportar, hacer crecer la idea que está en el guion. La dirección debe saber ver, escuchar y decidir, siempre integrando al equipo y explicando detalladamente qué se persigue y por qué. Si no hacemos partícipes a los diferentes departamentos y los tratamos como simples engranajes mecánicos, es probable que no aflore todo su talento, que no se involucren de la misma manera y que estén deseando que acabe el día de rodaje. No hay nada mejor que tener motivado a tu equipo, y eso solo va a ocurrir si se sienten con libertad creativa y en confianza para poder aportar. Por eso, la mayoría de los directores y directoras trabajan con los mismos equipos humanos en sus producciones.
Por lo tanto, el éxito de una película no solo está en la calidad del argumento y del presupuesto disponible para poder producirla: está también, y sobre todo, en la composición del equipo técnico y artístico y en el margen que tengan para trabajar con autonomía y libertad creativa.
Justificada la necesidad del trabajo en equipo, vamos a pasar a hablar de los puestos básicos que necesitaríamos cubrir en una producción pequeña:
Guion y dirección
Esta persona o grupo de personas escribirá el argumento de la historia y se encargará de pensar en la puesta en escena y en la planificación. Una vez realizado el guion literario, realizará el guion técnico (traducir el guion literario a planos) y comunicará a todo el equipo su visión de cómo le gustaría plasmarlo.
Departamento de fotografía
Se encargarán de pensar en la atmósfera lumínica. ¿Es una escena melancólica en la que predomina la luz de la luna, porque estamos asistiendo al enamoramiento de una joven pareja? ¿O es una escena urbana, de unos chicos de 17 años que están patinando en Madrid Río a la luz de las farolas? La atmósfera lumínica ayudará mucho a dar emoción a lo que estemos contando. Además de iluminar, será también su labor todo el trabajo de cámara –es decir, el decidir como serán el encuadre y los movimientos de cámara, y qué ópticas se van a usar. Por último, dentro de este equipo estará el operador de cámara –que filmará y que, una vez finalizada la jornada, se encargará de pasar la tarjeta a un disco duro y ordenar todo el material rodado.
Equipo de arte
Se encargarán de pensar en los escenarios del guion. Decorarán y buscarán todo lo necesario para hacer un espacio que sume narrativamente a la película. ¿Cómo es la habitación de tu protagonista? ¿Cómo es su escritorio? ¿Tiene cuadros, fotos, carteles de series colgados en las paredes? Hay tantas cosas que se pueden contar con los objetos en una película… En producciones pequeñas, podríamos añadir en este departamento a maquillaje, peluquería y vestuario. ¿Qué clase de ropa lleva la protagonista, cómo va peinada al instituto?
Equipo de sonido
Se encargará de recoger el sonido directo en los días de rodaje y de pensar en posibles sonidos o efectos sonoros (si hicieran falta) para cada escena. Podrá crear sonidos de sala, también conocidos como efectos foley (que buscan la recreación de aquellos sonidos que, por diversos motivos, no fueron recogidos en el momento de la grabación de la escena). Cuando el montaje visual esté acabado, realizará el montaje de sonido –incluyendo los efectos de sala y banda sonora en la mezcla final.
Montaje
Se encargará de recoger el disco duro con todo el material y editar plano a plano. Organizará el puzzle con todos los planos y montará la película de principio a fin.
Equipo artístico
Los actores y actrices serán los vehículos emocionales de la película. Deberán aprenderse el texto y la puesta en escena de cada momento.
Producción / Ayudantía de dirección
Se encargará de conseguir todo lo necesario para grabar la película, desde las localizaciones hasta cualquier necesidad técnica o logística. Además, organizará cada día de rodaje para aprovechar lo mejor posible las jornadas disponibles.
Con un equipo de 6, 7 u 8 personas, ya podemos arrancar la preproducción de una película. Recuerda que siempre es aconsejable que cada puesto sea ocupado por alguien que quiera desempeñar ese trabajo –ya sea por experiencia, interés o curiosidad. No impongas: que el grupo decida qué quiere hacer en la película. La figura del productor-ayudante de dirección puede ser un buen mediador para organizar el equipo de manera consensuada.
Otra forma para darse cuenta de lo importante que es el trabajo en equipo en el cine es mirando los créditos finales de cualquier película. Verás cómo hay muchas personas que trabajan en diversos departamentos dentro de la película. Saber ubicarlos nos ayudará a entender el enorme engranaje que tiene el oficio del cine. Si para un cortometraje profesional, lo normal es un equipo de entre 20 y 30 personas, en un largometraje, ese número puede elevarse a cientos de personas. Dependiendo del tipo de película y necesidades, ése número se ampliará o se reducirá considerablemente en cada departamento.
Resumiendo: para montar un equipo técnico y artístico y hacer una película, lo primero que habrá que hacer es estudiar el guion, ver los puestos que se necesitan y ser conscientes del rol de cada uno para decidir quién quiere ocuparlos. Cada departamento se centrará en potenciar su creatividad y autonomía, siempre en consenso con el equipo de dirección y demás miembros del grupo. Porque, indudablemente, el trabajo del cine es un trabajo en equipo.
Actividades
Si dentro del aula han surgido ideas para historias, podemos hacer varios grupos de trabajo que se encarguen de llevar a la pantalla cada historia –o bien varios grupos pueden realizar de forma distinta la misma historia. Lo primero que plantearemos al alumnado es que cada grupo va a funcionar igual que una productora cinematográfica, por lo que tendrán que dar un nombre y un logo a su productora.
¿Cómo creamos estos grupos? Proponemos dos dinámicas:
Simular una compra de derechos de guion: se hará una votación donde cada alumno y alumna votará por preferencia cada uno de los guiones propuestos. Recopilaremos esta información, conformaremos los grupos (productoras) y comunicaremos al alumnado cuáles son los grupos resultantes o productoras.
Elegir al azar: esta opción es tan sencilla como hacer tarjetas o pósits que tengan que coger al azar, y de esta manera cada alumno o alumna quedará automáticamente asignado a un grupo. Si, por ejemplo, tenemos un mismo guion que queremos que se repita en dos grupos, podemos nombrarlos como A y B (u otro nombre) para diferenciarlos a la hora de hacer los grupos.
¿Y cómo asignamos las funciones? En este caso también podemos resolverlo con varias dinámicas:
Al azar: de la misma manera que hemos asignado los guiones y creado las productoras. Es decir, haciendo tarjetas o con pósits en los que estén escritas las funciones principales de rodaje, y cogiéndolos al azar: dirección de arte, dirección de fotografía/cámara, interpretación, montaje, sonido, producción, ayudante de cámara/claqueta, etc. Dependiendo del número de alumnos, podemos agrupar las tareas a realizar. Si hay alumnos o alumnas que no quieren hacer una determinada función, pueden negociar con sus compañeros el intercambio de esa tarea.
Consiguiendo el puesto: otra de las fórmulas es que, partiendo de las mismas funciones de rodaje del punto anterior, los alumnos y alumnas que quieran realizarlas deban conseguir que se les asigne ese puesto argumentando ante sus compañeros las razones por las que creen ser las personas ideales para ese puesto. A partir de aquí se pueden establecer consensos dentro del mismo grupo para decidir quién desempeñará cada puesto –pero es totalmente necesario que el consenso sea entre ellos.