Nuestra voluntad en ÓRBITA CINE siempre ha sido acercar el cine a las aulas de manera transversal a varias asignaturas. La metodología que se utiliza parte de los intereses y motivaciones del alumnado y su relación con el mundo real.
En este contexto, hemos participado en ALCINE 52, el Festival Internacional de cortometrajes de Alcalá de Henares y la Comunidad de Madrid, con varias actividades y metodologías que giren en torno a ese festival. Así, seleccionamos a cuatro institutos de la ciudad, llevando a cabo una propuesta práctica y experimental que vinculase al festival, el territorio y los jóvenes estudiantes.
La premisa era la de rodar una película colectiva durante los días que dure el festival. Como resultado, surgió una película colectiva que tuvo su exhibición dentro del marco del propio festival. En este sentido, siempre desde Alfabetización Audiovisual hemos querido dar importancia al aprendizaje, a través del cine, al conocimiento del entorno, y acercar a la ciudadanía local (especialmente a los jóvenes) a una reflexión sobre las prácticas del festival.
Te contamos, en esta crónica, cuáles fueron los pasos para crear esta película colectiva. ¡Sigue leyendo!
1. Festival y localización
Entendimos que un punto primordial de ALCINE era su ubicación, justamente en el centro de la ciudad. Así, pensamos que el festival sería el punto de partida creativo para que la película relacione el festival con su entorno, dando lugar a búsquedas de interés concretas en las que se explore la mirada propia de los jóvenes.
2. Puntos cardinales
Para cubrir de alguna forma todo el entorno del festival, seleccionamos cuatros institutos de Alcalá de Henares de diferentes puntos cardinales: IES Alkal’a Nahar, IES. Atenea, IES. Alonso Quijano y el Colectivo C.AJ.E. (Colectivo de Acción para el Juego y la Educación).
En este sentido, quisimos que fuesen centros que no se conocieran previamente para rodar la esencia propia de cada barrio, desarrollando un saber creativo y una mirada propia.
3. Participación de cineastas
El contacto con profesionales del cine, además de ser un elemento motivador, ayudó a dar un valor de realidad al proyecto y sirvió de guía
en el proceso. Nadia Mata y Claudia Gracia acompañaron a los estudiantes en todo el rodaje, tratando además de transmitirles una visión crítica y propia de lo que les rodea. En estas sesiones no solamente se enseñaron técnicas de grabación, también se ofrecieron referentes cinematográficos dependiendo de sus intereses.
4. Rodaje (y nuevas formas)
Tras la metodología de Órbita Cine, llegó la práctica. Tanto Nadia Mata como Claudia Gracia acompañaron a los estudiantes en todo el rodaje, formando grupos pequeños de cinco personas. En este sentido, se transmitieron nuevas formas de hacer cine, poniendo de manifiesto que todas ellas eran válidas y emancipadoras. Después de las jornadas de rodaje, las cineastas le dieron forma en el montaje.
5. Proyección en el festival
Para que el alumnado sea partícipe de este laboratorio y de lo que supone un festival de cine como ALCINE52, tras grabar la película se exhibió en el Teatro Salón Cervantes dentro de la programación del festival. El resultado fue que el pasado jueves 9 de noviembre asistieron los cuatro institutos, los estudiantes y los cineastas implicados. Creamos, así, una experiencia cinematográfica sobre el territorio, puesto que los participantes no se habían conocido hasta ese momento además de sucederse una conversación estimulante en torno al cine, al festival o al propio rodaje.
6. Integración de la comunidad
Con ÓRBITA [Laboratorio de Creación] en este festival no sólo hemos buscado atraer a lo jóvenes al lenguaje audiovisual, también se ha promovido que generen lazos culturales y en la creación creativa autónoma una vez acabado ALCINE52. Creemos que esta experiencia se integrará orgánicamente en el flujo de vida de la ciudad y encontrará su particular manera de crecer.